Meditación clinica

Mi último bloqueo nervioso fue en el mes de mayo. Tenía programada mi siguiente consulta para el mes de mayo de 2020. Demasiado tiempo, teniendo en cuenta que, los últimos 2 bloqueos no habían funcionado y seguía con mi dosis de 2.400 mg/día de Gabapentina.

Demasiado tiempo con mi dolor neuropático

Quise hacer un sobre esfuerzo de positivismo y me obligue a pensar que este año, de espera, sería para bien.

Como ya sabes, el 30 de septiembre, me volvieron a operar y el dolor neuropatico se disparó.

Todo es normal para mi médico de cabecera pero si algo he aprendido durante estos 5 años, con dolor crónico diagnosticado, es que MEREZCO VIVIR SIN DOLOR.

Así que impulsada por mi "ya no puedo más" fui a la Unidad del Dolor a explicar lo que me pasaba y, por primera vez en mucho tiempo, los astros me hicieron un guiño.

Hoy he tenido mi consulta con mi médico del amor en la Unidad del Dolor.

He visto a Mi Sergi. Tan sonriente, empático, y cercano, que parecía un médico de mentira; sí de esos que no existen. Ais... mi médico del amor...

Me ha preguntado cómo voy, si los últimos bloqueos me sirvieron. Ya sabes las preguntas normales de cualquier seguimiento de un paciente asiduo.

Lo que me ha sorprendido es que, él, me dijera que no es partidario de seguir intentando más bloqueos, darme opiáceos, corticoides... No quiere darme más drogas, en definitiva. 

Se lo agradezco porque yo también creo que la droga, en algún momento, pasará factura y bastante tengo con mi Gabapentina.

Así que me ha propuesto hacer un ejercicio de meditación clínica. 

Me cuenta que un estudio científico, realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, demuestra que la meditación (trabajar la concentración en este caso) ha ayudado a disminuir hasta un 50% el dolor.

El mismo lo ha probado y, si bien parece absurdo al principio, tras 6 meses de realización del ejercicio, se notan resultados.

Qué puedo perder.

El ejercicio es muy sencillo. Se puede hacer en casa y no necesita guía.

En una habitación tranquila, sentados en una posición cómoda, permaneceremos con los ojos cerrados y respiraremos con normalidad. 

En el momento de la exhalación (al expulsar el aire) diremos, mentalmente, una palabra, ella será nuestro Mantra. 

[Ésta palabra puede ser cualquiera, debemos escoger una que nos guste y recuerde cosas positivas. Por ejemplo si te gusta mucho el mar puede ser "mar", "océano", y si te gustan mucho las galletas de chocolate pues "chocolate". La palabra es lo de menos, es un instrumento para llegar a dominar la concentración]

Esto lo haremos durante 10 min. El tiempo es importante pues tardaremos unos 4 min en estar concentrados (al principio más tiempo) y será a partir de ese momento cuando nuestro cuerpo empezará a relajarse y desconectar. De ahí que no se aconseje hacerlo tumbado en la cama pues nos dormíamos y el ejercicio carecería de sentido.

Y es que, gracias a este simple ejercicio, la respuesta de relajación que lograremos producirá cambios en el metabolismo, el ritmo cardíaco, la respiración, la presión arterial y la química de nuestro cerebro.

¿Y si funciona?

Tanto si lo hace, como si no, me gusta saber que mi médico está actualizándose y buscando más opciones que dar fármacos sin piedad. 

El neuroestimulador siempre estará esperándome con los claves listos y dispuestos.

Pero si logro no tener que implantarlo mejor.

Para terminar, mencionar, que también me ha hablado del Mindfulness pero me ha advertido que, para practicarlo, debe ser de la mano de un psicólogo muy bien formado y con experiencia. No es aconsejable que se acuda a esta terapia de la mano de "cualquiera".


Y a ti, ¿Qué te parece la meditación en el tratamiento del dolor?





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